José Manuel Carbonell Corrales
Nuestra provincia gramense fue su refugio en su andar de dominicano proscripto del Generalísimo de la guerra de independencia, quien tuvo su asiento en el barrio de El Dátil.
Fue en ese barrio bayamés donde se inició como sargento de los insurrectos cubanos.
En homenaje a él, el consistorio bayamés lo nombró hijo adoptivo de Bayamo, en su sesión del día 17 de agosto de 1901, acuerdo número 9 del Libro de actas correspondiente, en la que se recogía las palabras del edil en su presentación de la moción.
Uno de los pueblos más sacrificados de Cuba, cuenta el casi ignorado, poco no menos grande de haber dado hospitalidad en 1867 a nuestro célebre predestinado viviendo en esta sociedad bayamesa como uno de sus más correcto y amado ciudadano.
El mayor General Máximo Gómez dio cumplida respuesta al honor que se le confería enviándole una misiva al Alcalde municipal de Bayamo, cuyo texto reproducimos:
Sorprendiéndole el memorable grito de Yara en el barrio de El Dátil y sin consultar al porvenir, se alistó a las huestes de la estrella solitaria cual si hubiera sido el primer hijo de este venerando pueblo; sus primeros sacrificios y peligros fueron en Bayamo, sus primeros gritos de libertad también en él, y sus primeras ilusiones de Cuba en él también, sus primeras ilusiones de Cuba en él también para que pudiese esta ciudad santa estampar orgullosa su glorioso nombre en su menos gloriosas y ennegrecidas ruinas.
“Calabazar 22 de octubre del 901
Señor Porfirio N. BONET
Alcalde Municipal
Bayamo.
Muy Señor mio:
Me es grato acusar recibo de su muy acta comunicación de fecha 10 del que cursa, justamente con la copia del acuerdo por el cual se me distingue por la corporación que U. preside, con el Título de hijo adoptivo de esta histórica población. Muy en estima le he de tener que lleve U. Al ánimo de sus compañeros, como espero sea en el de Usted la seguridad de mi más sincero reconocimiento por la muestra de aprecio de que he sido objeto por parte de Uds.
Soy con la mayor consideración, affu ss.
General
M. Gómez.
Testimonio fehaciente de la modestia y generosidad de un patriota entero que se entregó en cuerpo y alma a la lucha por la independencia de Cuba.
Por Tec. en servicio archivísticos: José Manuel Carbonell Corrales.