Tributo a la memoria del General José Fernández de Castro y Céspedes.

El Archivo Provincial José Manuel Carbonell Alard rinde homenaje a un gran patriota de nuestras guerras de independencia, luchador incansable por el bienestar del pueblo, representante a la Cámara y desde la cual honró a Bayamo, a continuación el acta donde el Ayuntamiento de Bayamo le rinde tributo.

En la Ciudad de Bayamo, Provincia de Oriente, república de Cuba, siendo las ocho de la noche del día diez de febrero de mil novecientos diez y seis, en el Salón de Sesiones de este Ayuntamiento,  bajo la Presidencia del Sr. José Sabater y actuando de Secretario el Sr. Pedro tablada con la asistencia de los Concejales señores del margen, se tomó el siguiente acuerdo:

Único: Se leyó, puesta de pie la Cámara, el mensaje del Ejecutivo Municipal número doce de esta fecha, dando cuenta del doloroso fallecimiento ocurrido en la  Capital de la República del querido General  José Fernández de Castro y Céspedes, aquel insigne bayamés que pospuso carrera y porvenir económico, dicha y amores para en tierna edad lanzarse al campo revolucionario a conquistar las libertades para esta patria que a todos nos enorgullece; que aquel que había hecho de Bayamo en la Capital de nuestra joven República, si en sus manos hubiera estado; de aquel legislador lleno de Fe que redactó; gestionó, defendió y sacó triunfante la ley del ferrocarril, base única de toda la prosperidad económica, intelectual y política, y que después y, ya junto a Don Tomás Estrada Palma, al Gobierno Provisional, y por último en el del Gral. José Miguel Gómez, obtuvo que su ley fuera una hermosa realidad y Bayamo se viera, como se ve, fuertemente abrazada al mundo por los tentáculos de acero que hacen de las ciudades modernas el orgullo de la generación presente; no intentó traer a Bayamo la Capital de la República y ni siquiera la de la Provincia, porque en su grande inteligencia previó que le había sido imposible; pero luchó por dividir en dos nuestra región para traer a Bayamo la Capital de la Provincia del Cauto, empeño muy combativo, por circunstancias especiales, pero que algún día llegará que Bayamo vea realizado; y cuando creyó que debía renunciar para siempre a las aspiraciones de posiciones oficiales para dejar, como él decía frecuentemente, que las iniciativas juveniles se desenvolvieran, pero sin restar jamás su valiosa concurso  al desarrollo de la patria, como lo demostró con sus luchas para establecer un gran Central Azucarero en su querido Jabaco, escribió y luchó hasta hacer Ley, lo que él mismo llamaba su testamento legislativo, aquella famosa ley que concedió a Bayamo y su término la construcción de un tramo de carretera entre Bayamo y cautillo; entre el Paradero Pastor y Cauto; entre Horno y Guisa; entre Horno y desembocadura del Rio de Guisa, pasando por monte Oscuro y Monjará; la de Solís á Bueycito; la de Barrancas a Julia y por último la del Paradero de Santa Rita al poblado  de su nombre, y no conforme con esa hermosa cadena que llevaría la prosperidad a todas partes, obtuvo la construcción de un nuevo cementerio en esta ciudad capaz para veinticinco mil habitantes y la ampliación del Acueducto hacia el entronque de la carretera Salado y Manzanillo, dicha ampliación capaz para igual población, y para todas estas razones la Cámara Municipal por unanimidad acuerda: Primero: Dirigir telegramas de pésame a sus desconsolada viuda y al Honorable Sr. Presidente de la República, solicitando que los restos del Gral. José Fernández de Castro se trasladen a esta ciudad, que él tanto quiso, para que duerman el sueño eterno junto a sus mayores y puedan las generaciones venideras y agradecidas regar su tumba de amorosas flores; Segundo: que el Termino lleve luto, poniendo en las Oficinas Municipales y demás dependencia la bandera a media asta, y llevando luto la policía durante quince días, prohibiendo durante las primeros cinco días todo espectáculo y diversiones públicos;   Tercero: Que se levante una Cámara  Mortuoria  en el Salón de este Ayuntamiento donde tender los restos, rindiéndole los tributos a que se hiciera acuerdos nuestro primer Alcalde  Municipal de Bayamo, Redimiendo, disponiendo su entierro, para las tres de la tarde del trece del corriente; Cuarto: Que se trasmitan además a la Capital de la República para que su comisionado especial adquiera  con cargo a este  Municipio  una corona; Quinto: Nombrar a los señores Blasco, Redondo, Cárdenas, Alcantud, Sabater, y al Sr. Alcalde en Comisión para que presenten esta Cámara en cuanto fuere necesario, concediendo al Sr. Alcalde un voto de confianza para que en nombre de la misma resuelva todo lo imprevisto por este acuerdo; sexto Que todos los gastos que origine el cumplimiento de este acuerdo sean sufragados por el Tesoro Municipal, excepción hecha de la traslación del cadáver a esta ciudad, por tener noticias de que estese hará por cuenta del Estado; Y Séptimo: Qué se suspenda esta sesión en señal  de duelo por tan sensible fallecimiento. Se redactó, leyó y aprobó con carácter ejecutivo.

Y en cumplimiento de lo acordado, se suspendió la sesión y yo el Secretario la presente acta que conmigo firman el Sr. Presidente y dos señores Concejales de todo lo cual y de lo demás yo el Secretario Certifico.

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